Santiago Montesinos Chía, 2020
Analista de Inteligencia,
Colaborador en la Cátedra de Servicios de Inteligencia.
Profesor en el Máster Interuniversitatio en Analista de Inteligencia.

En inteligencia, una maniobra de engaño activo (o decepción) 1 consiste, en construir un cuadro de situación que induzca a un adversario a confundir su toma de decisión. Ahora, se sabe, que la decisión de desplazarse al aeropuerto de Bagdad, que tomó Qasem Soleimani fue desacertada. Lo que no se sabe con absoluta certeza, es qué, quién, por qué o cómo exactamente se consiguió poner a Qasem Soleimani en una posición vulnerable o si se puso él mismo. En una primera instancia las primeras conjeturas apuntaban a que el patrón de viajes que seguía el desaparecido general iraní, habían sido la clave de su localización. Sin embargo, Doña Carmen Medina, la que formó parte del equipo ejecutivo de la Dirección de Análisis de la CIA 2 formuló vía Twitter una pregunta, generando nuevas alternativas, la pregunta fue: ¿tenía Qasem Soleimani la costumbre de ser recibido por autoridades en el aeropuerto de Bagdad o es que era un “tipo” confiado? 3 La citada pregunta, generó un breve debate sobre los fallos del sistema de seguridad personal de Soleimani, pero a su vez, también abrió la probabilidad de que Qasem Soleimani hubiera sido objeto de una, o una serie de maniobras de engaño, y de que hubiese fugas de información sobre su desplazamiento de ese día en concreto. De otro modo, su seguridad personal y la de su comitiva en el aeropuerto de Bagdad (Irak) no habrían estado llenas de agujeros. De hecho, es difícil argumentar que sin saberse a salvo, el finado general se hubiese desplazado hasta el lugar en el que fue alcanzando por el/los misiles lanzados por un RPA (Dron) estadounidense. Por otro lado, la hipótesis de que fuese un hombre dado a dejar en manos del azar o al exceso de confianza la seguridad de sus desplazamientos tiene también evidencias a su favor, pero, en inteligencia hay que valorar todas las opciones e hipótesis y ponerlas en competencia 4 Lo que posee menores probabilidades de ser, no por ello deja de tener opciones de poder haber sido o influido de alguna u otra manera. En una operación como la del día 3 de enero, suelen estar implicados más actores y acciones de lo que puede suponerse.

De entrada, sería un error pensar que Qassem Soleimani era un General de División de la estructura militar de Irán, sin más. Existen informaciones suficientes para argumentar que Soleimani acumulaba gran poder y era una de las figuras más relevantes dentro del esquema de poder iraní, las informaciones sostienen que era una de entre las personas que más influían en las tomas de decisión de Hasán Rohaní. Entre los logros de Qasem Soleimani estaba el haber extendido -y consolidado- el área de influencia de Irán hacía Siria e Irak (se hace necesario apuntar que había heredado la infraestructura de poder de Hassan Shateri 5) El general Soleimani comandaba la Fuerza Al Quds 6 de Irán. La rama Al Quds, tampoco puede ser considerada una rama menor en la estructura estatal de Irán.

La llamada Fuerza Al Quds es considerada como una mezcla entre una unidad dotada de fuerzas especiales, el brazo de la propaganda ideológica, está al cargo de poner en acción las operaciones encubiertas y a su vez, es considerada como un servicio de inteligencia exterior muy efectivo. Y este aspecto, es importante de valorar, por el siguiente motivo: Qasem Soleimani, supuestamente, debía ser conocedor, y de una manera muy minuciosa, de los diversos protocolos de seguridad y de las distintas medidas que se siguen para esquivar el ser objeto de localización y convertirse en un objetivo asequible de terceros. Para evitar ser un objetivo fácil, existen los protocolos. En un sistema de seguridad de autoridades, los protocolos están compuestos por medidas de protección, por contramedidas de vigilancia tecnológica y física (por parte de personas), por la seguridad de equipos de avanzada y resto de medidas de contravigilancia, amen de otras suplementarias de acción inmediata y en las que interviene un número importante de personas y medios técnicos. Además, generalmente, no sería lógico estimar que una figura de poder, como lo era el jefe de Al Quds, no fuera altamente protegido, o sostener que no contara con los recursos técnicos más sofisticados en seguridad de los que tiene en su amplio directorio Irán. Del mismo modo, la medidas de seguridad también se encaminan para ocultar de manera exhaustiva todo tipo de información sobre movimientos para no ser detectados, incluso se realizan acciones de contrainteligencia para detectar posibles handler de servicios de inteligencia externos que alienten a traicionar o bien, para detectar ventas, fugas o intercambios de información sensible. Por tanto, en un primer eje se hace algo difícil sostener, que alguien que conocía perfectamente que era un objetivo a perseguir, -además realizado manifiestamente público por los Estados Unidos- que sabía cómo funcionan los protocolos, los sistemas técnicos y los distintos procedimientos, y que su perfil, en cierta medida avalaba, que era una persona desconfiada no evitara el haber tomado la mala decisión de desplazarse al lugar donde fue objeto de seguimiento, localización y ejecución, que concluyó el operativo desplegado por los Estados Unidos, después de haber sido autorizado por el presidente de Estados Unidos Donal J. Trump, la madrugada del día 3 de enero. El aviso de que algo había o iba a suceder lo fijó el Presidente de Estados Unidos Donald J. Trump con una bandera estadounidense en su cuenta de Twitter, a las 03:32 GMT (zona horaria de España)7Sin embargo, otro aspecto llamativo, es que al General Soleimani le acompañaban y recibieron una comitiva de personas con elevados grados de autoridad en Irán y figuras del grupo Hashed al-ShaabiIrak 8 Lo que huelga decir, hizo del operativo estadounidense un “éxito” mayor. En lo que respecta a este sentido, se asocian y soportan en cierta medida las preguntas analíticas y las hipótesis planteadas. Eso sí, sin descartar que las costumbres de viaje de Soleimani le hubieran vuelto confiado. Según el comunicado, emitido por el Departamento de Estado y la información del periódico el País 9 el ataque que acabó con la vida de Soleimani se efectuó mediante DRON modelo MQ-9 Reaper (DRON-RPA nave no tripulada) que lanzó los misiles -cuya tipología se especuló, eran hipersónicos, pero en realidad lo que se lanzó fue un misil Hellfire guiado por láser a 230 mph- Sean como fueran los misiles, lo importante es que alcanzaron a la comitiva de Qassem Soleimani, compuesta por diez personas. Sin embargo, los misiles de algún modo tuvieron que ser guiados con informaciones bien fueran técnicas o humanas para alcanzar su objetivo dual: a Soleimani y a las personas que estaban en la comitiva, cuya relevancia no era menor. De hecho, dentro de la comitiva iban cinco iraquíes de la red paramilitar proiraní Hashed al-Shaabi 10, cuyo líder también fue abatido. Su nombre era, Jamaal Jafaar Mohammed Ali Al Ebrahim, conocido como Abu Mahdi al-Muhandis 11 un iraquí de Basora, comandante de la Fuerza de Movilización Popular (PMF) también una figura de poder dentro del organigrama construido por Soleimani para extender la influencia externa de Irán. Es importante anotar que Jamaal Jafaar, era el segundo de Abdul Wahab Al-Saadi, quien comanda las citadas Popular Mobilization Units (PMU) en ingles. Las restantes identidades, que se saben con seguridad, son: la de un General de brigada de nombre Hossein Pourjafari, la de un Coronel llamado Shahroud Mozafarinia, la de un Mayor con el nombre Hadi Taremi y el Capitán Vahid Zamanian.

Pero, para el propósito de este artículo la pregunta con dos vectores que se desprenden es ¿qué información hizo que el operativo estadounidense haya sido una intervención tan certera y “exitosa”? Para este primer vector, existen informaciones que apuntan a que la operación Soleimani, ha sido un acierto, pero fue una elección de última hora, como argumenta Rukmini Callimachi corresponsal y analista de The New York Times, de la NBC (National Broadcasting Company) y de la NSNBC (Microsoft National Broadcasting Company) Dicha corresponsal, manifestó vía Twitter, que la información la había conseguido de fuentes de la inteligencia estadounidense, sin precisar quién era su fuente, solo que era funcionario de inteligencia. También anotar, que según Netherlands Radar una veintena de Boeing C17A Globemaster III de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos se movieron previamente en Alemania 12 Hecho, cuanto menos singular por llamativo y una evidencia más que se debe tener en cuenta.

Sea como fuere la fase ejecutiva, no se debería descartar del todo el segundo vector ¿quizá hubo una maniobra de engaño previa? No se debe descartar esta posibilidad. ¿Por qué? porque no podemos abstraernos de valorar cada una de las hipótesis y ponerlas en competencia. Y debiera ser así, en base a los siguientes argumentos.

Es de lógica empírica que los Estados no democráticos -y los democráticos- se soportan en las figuras públicas de poder, con su desaparecieron los estados no se desvanecen, pero si sufren situaciones de inestabilidad temporal, llegado el caso hasta se vuelven inestables por un largo periodo de tiempo. En el caso de los estados no democráticos, las figuras de poder son más relevantes si cabe, por poseer una mayor cuota y formas de activar el poder. Extrapolando lo anterior, en los organigramas de poder la estabilidad de cualquier país, lo que no excluye a Irán, dependen en gran media de la seguridad y de la protección efectiva de sus autoridades y resto de figuras relevantes dentro del sistema estatal. En cualquier circunstancia o país eliminar a una figura con autoridad es un acto complejo de llevar a cabo, sin contar que habrá múltiples impedimentos para conseguir llevar a buen término el objetivo. Y la seguridad de autoridades está más adherida a obtener y evaluar la información de lo que a  primera vista puede parecer.

Los sistemas de seguridad autoridades poseen una dependencia directa de obtener, evaluar y analizar la información disponible para establecer o bien, el nivel riesgo, o bien, el tipo de amenazas más plausibles en los desplazamientos internos y externos para hacerlos lo más seguros posible. En los desplazamientos externos, de hecho, se amplían y aumentan exponencialmente las medidas de seguridad que se citaron anteriormente. Los lugares se examinan antes y durante, mediante visualización, monitorización y obtención de toda la información necesaria de diversos tipos de fuentes. Si la información que se obtiene es fiable y se analiza bien, la teoría dice que en la práctica, salvo incidencia inesperada, el escenario será seguro y fiable. Sin embargo, es sabido que la información se puede contaminar o fabricar para engañar con el objetivo de alterar las decisiones, y pasan de ser acertadas a ser erróneas. A lo que hay que añadir, que es poco frecuente no aumentar más las medidas a la hora de viajar a un escenario de inestabilidad como lo era Bagdad el día 3 de enero, fecha en la que sucedieron los hechos, pues los días previos en Bagdad, la inestabilidad e inseguridad habían aumentado con el asalto a la embajada estadounidense y las repetidas protestas estaban muy presentes haciendo de la capital de Irak, una ciudad altamente peligrosa a la que desplazarse para mantener una reunión como se argumenta que fue el motivo de Soleimani de acudir a Bagad. También, es un hecho que se puede cotejar, que los Estados Unidos habían desplazado tropas y diversos efectivos a la zona tras el asalto. Consecuentemente, en este marco, y por pura coherencia, no es descabellado deducir que las medidas de seguridad de Soleimani debían de haber sido muy sofisticadas y extremas, o también, cabe que hubiese fugas de información no detectadas que hicieran que tanto Soleimani, como la comitiva reunida dieran el lugar como seguro, sin serlo, basándose en informaciones fabricadas, aunque fuesen acciones ideadas previamente y puestas en práctica a última hora. Y he aquí la segunda vuelta al tema que se está tratando de visualizar. La mayoría de la veces se descarta la visión y previsión que poseen las personas que componen los servicios de inteligencia, no se debiera hacer, pero se hace. Existen multitud de casos de referencia en los que se puede sustentar este argumento, se da por sentando que no se ha realizado ninguna acción encubierta y el tiempo demuestra que sí fueron puestas en práctica con discreción y sin hacerlas públicas. Las personas que se dedican a ejercer labores de inteligencia suelen diseñar estrategias por anticipado, llegado el momento se reelaboran -si procede- se adaptan con precisión y pasan a su fase de acción para cumplir con su objetivo, en el lugar y en el tiempo justo más idóneo. No podemos olvidarnos, que las acciones de inteligencia son un sistema de ideas en progresión constante. Pero, no se trata de confirmar la hipótesis del engaño por ser la más deseable, este articulo ha tratado de no descartarla por resultar coherente con el escenario.

Para finalizar, solo añadir que si bien, inicialmente se ha prestado una mayor atención a los aspectos relacionados con la fase ejecutiva de la operación Soleimani, se ha tratado menos la fase de preparación, aspecto muy relacionado con el escenario: quizá el exceso de confianza se basó en una maniobra de engaño para influir en su toma decisión, quizá no. Es pronto para confirmarlo o descartarlo. Las evidencias señaladas, cuanto menos, llaman la atención como para no ser tenidas en cuenta.

Por lo expuesto, es por lo que nos ha parecido conveniente mencionar, en primer lugar, que tuvo que haber una diversidad de factores implicados, medios técnicos, medios humanos, sin descartar que pudiera haber habido alguien que estuviera aportando unas informaciones muy valiosas acerca de los desplazamientos del comandante de Al Quds.

Y también, pudo haber quienes hicieron concebir a Soleimani que su decisión era la más acertada, sin serlo. Con ello, a su vez, ponemos de manifiesto la diversidad de concepciones detectadas, lo que nos sirve para apreciar diferentes perspectivas y niveles de involucración en una operación de estas características. En la que, la inteligencia, con alta seguridad, tuvo que formular e idear diversos productos que hicieron del conocimiento en inteligencia un eje principal en la operación.

Otras fuentes de interés.
https://www.newyorker.com/magazine/2013/09/30/the-shadow-commander