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Primer Máster en Analista de Inteligencia frente a la Criminalidad Organizada Transnacional en la URJC
Primer Máster en Analista de Inteligencia frente a la Criminalidad Organizada Transnacional en la URJC
El acto de estreno del título, que cuenta con financiación de la UE y AECID, contó con la presencia de funcionarios de alto rango centroamericanos y españoles
Redacción
El pasado viernes 14 de mayo tuvo lugar el lanzamiento de la primera edición del “Máster en Analista de Inteligencia frente a la Criminalidad Organizada Transnacional”. El nuevo título surge de un acuerdo de colaboración suscrito en marzo de 2021 entre la Secretaría General del Sistema de Integración Centroamericana (SICA) y la Universidad Rey Juan Carlos, por la que se impartirán dos ediciones del máster, la primera en 2021 y la segunda el próximo año.
En el acto de inauguración, que se desarrolló de forma telemática a través de la plataforma Zoom, participaron altos funcionarios de los países centroamericanos y de la Unión Europea. Entre ellos destacaron Marco Vinicio Cerezo Arévalo, Secretario General del SICA y presidente de Guatemala entre 1986 y 1991; Alberto Menghini, jefe de Cooperación Regional y delegado de la UE en Costa Rica y Cristina Aldama Calles, Coordinadora General de la cooperación española en El Salvador. Por parte de la universidad participaron el rector Javier Ramos y el profesor Fernando Velasco Fernández, director de la Cátedra de Servicios de Inteligencia y Sistemas Democráticos, quien se encargó de la presentación del máster.
La iniciativa forma parte de las acciones contempladas en el proyecto “Cooperación en Investigación Criminal en Centroamérica para combatir la delincuencia y el tráfico de drogas a nivel internacional – ICRIME”, ejecutado por la Secretaría General del SICA, con el apoyo técnico y financiero de la Unión Europea (UE) y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
El objetivo del proyecto es mejorar la seguridad de los ciudadanos de los países del SICA, con el fin de contribuir al desarrollo sostenible de la región, aumentando la eficacia de la justicia penal y la persecución de la delincuencia organizada y el tráfico de drogas a nivel internacional, a través de la consolidación de prácticas, investigaciones y operativos regionales conjuntos.
En cada edición 35 funcionarios del sector judicial, fiscal y policial podrán optar a una beca que cubre la totalidad de los gastos académicos para cursar el Máster, tras lo cual podrán obtener el título, con acreditación universitaria certificada internacionalmente.
La Secretaría General del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) lanza la Primera Edición del «Máster en Analista de Inteligencia frente a la Criminalidad Organizada Transnacional»
Secretaría General del SICA lanza la 1ra. Edición del “Máster en Analista de Inteligencia frente a la Criminalidad Organizada Transnacional”
Centroamérica, . A partir de un acuerdo de colaboración suscrito en marzo de 2021, entre la Secretaría General del SICA (SG-SICA) y la Universidad Rey Juan Carlos de España (URJC), se impartirán dos ediciones del Máster en Analista de Inteligencia frente a la Criminalidad Organizada Transnacional (2021 y 2022).
El 14 de mayo 2021, a las 9:00 am (hora El Salvador), tendrá lugar el lanzamiento de la primera edición del Máster, evento que se realizará en modalidad virtual y abierto al público, registrándose a través del siguiente link: https://bit.ly/3aJv0Q2
La iniciativa forma parte de las acciones contempladas en el proyecto “Cooperación en Investigación Criminal en Centroamérica para combatir la delincuencia y el tráfico de drogas a nivel internacional – ICRIME”, ejecutado por la Secretaría General del SICA, con el apoyo técnico y financiero de la Unión Europea (UE) y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID).
El objetivo del proyecto es mejorar la seguridad de las y los ciudadanos en los países del SICA, con el fin de contribuir al desarrollo sostenible de la región, aumentando la eficacia de la justicia penal en la persecución de la delincuencia organizada y el tráfico de drogas a nivel internacional, a través de la consolidación de prácticas, investigaciones y operativos regionales conjuntos.
En cada edición del Máster, 35 funcionarios y funcionarias del sector judicial, fiscal y policial podrán optar a una beca que cubre la totalidad de los gastos académicos para cursar el Máster, tras lo cual podrán obtener el título de Máster, con acreditación universitaria certificada internacionalmente.
Este programa de formación viene a fortalecer, a través de una iniciativa de cooperación internacional, el trabajo de las instituciones del sector seguridad y justicia de los países de Centroamérica, contribuyendo a atender los desafíos de la criminalidad organizada y, con ello, a promover que Centroamérica y República Dominicana se convierta en una región de oportunidades, paz, libertad, democracia y desarrollo.
Manipulación social, el uso de armas invisibles en guerras silenciosas.
Manipulación social, el uso de armas invisibles en guerras silenciosas.
El paradigma de Timsit, la ventana de Overton.
Dª Virginia Belén Subiris Moriel,
Licenciada en Psicología.
Master en Dirección Internacional de Recursos Humanos.
Profesora en el Máster interuniversitario de analista de inteligencia
Actualmente, pocas son las personas que no han oído hablar, o bien han leído sobre la manipulación social. Sin embargo, a veces se es ajeno a los objetivos específicos que éstas persiguen. Es por ello que con la divulgación de este artículo pretendemos crear debate, que es la esencia del pensamiento crítico. Intentaremos por un momento apartarnos del pensamiento lógico, tan necesario a veces pero tan lineal y secuencial otras, para adentrarnos en el pensamiento crítico. Lo haremos con la exposición de algunas estrategias de manipulación social, teniendo en cuenta cómo estas operan. Con ello, mostraremos cómo estas técnicas eliminan de la sociedad el pensamiento reflexivo e instauran la superficialidad de pensamiento. Seremos conscientes que el fin último de este artículo, es hacer una reflexión divergente, ejercitando la creación de planteamientos nuevos y/o soluciones alternativas.
El paradigma de Timsit (2002), es un claro ejemplo de cómo grupos de influencia pueden cambiar de forma imperceptible, la percepción social que se tiene sobre un tema. Además, como el objetivo de este artículo es el pensamiento crítico dejaremos a un lado los mitos de teorías conspiradoras adentrándonos objetivamente, en otra teoría política catalogada por autores como Beck´s en su libro “ The Overton Window” (2010), como una estrategia de manipulación social o de masas, “ La ventana de Overton”.
El verdadero problema es que cuando estas estrategias manipuladoras se emplean gradualmente, a veces durante años consecutivos, se convierten en armas invisibles ya que la sociedad se va adaptando a su presencia, asimilando su secuencia poco a poco. En realidad sin apenas percibirlo, nuestra vida está siendo dirigida por unos pensamientos hacia unos comportamientos deseados por grupos de influencia que están atacando a nuestro pensamiento crítico . Podemos decir que, sin quererlo, estamos inmersos en una guerra silenciosa, librada batalla a batalla sobre preocupaciones controladas, disonancias cognitivas, confrontaciones individuales… con el único fin de que las personas estemos ocupadas, distraídas y como no, inactivas y controladas.
Las personas siempre se informarán sobre aquello que más les interesa…¿o no?
Nuestra especie como otras, desde muy temprano aprende cómo las emociones, ya sean sentidas o fingidas influyen en el comportamiento de los demás. Esta competencia tan valorada, la de predecir cómo sienten los demás ante situaciones concretas la llamamos empatía. Recordemos el estudio sobre el comportamiento de primates efectuado por de Waal (2002), donde una primate al demostrar la emoción tristeza al no poder conseguir agua, provoca que otro chimpancé cambie su comportamiento de estar jugando, a levantarse y llevarle agua.
Con este ejemplo, se ve claramente las dos direcciones de la empatía, cuando se usa para ayudar a los demás o cuando esta, se usa para beneficio propio.Si nos centramos en este último comportamiento, que va encadenado a la emoción empatía nos conduce al término manipulación. La definición ofrecida sobre manipulación por el diccionario de la Real Academia Española, es “ Intervenir con medios hábiles y, a veces, arteros, en la información, etc, con distorsión de la verdad o la justiciar al servicio de intereses particulares”. La palabra manipulación tiene raíz latina manipulus que se empleaba para referirse a un comando militar que era dirigido o “manipulado” por un mando determinado. Más concretamente en la definición de “manipulación”,autores como Carballo1 puntualizan que para que se lleve a cabo tiene que haber dos partes: una parte dominante que usa datos fuera de contexto, datos parciales, desinformación y como no, falsas impresiones. La otra parte, es la víctima que no es consciente de ello.
Manipulación social y superficialidad en el pensamiento
Quizá hoy en día podamos debatir que es mucho más fácil la manipulación social debido a dos causas principales: la primera bien conocida desde el siglo pasado, hace referencia a los medios de comunicación, la llamada manipulación informativa.
Manipulación informativa: Que los medios opinan sobre la información cuando estos la transmiten es bien conocido. Aunque periodistas defiendan con entereza la libertad de prensa, la economía de mercado marcada por la globalización influye, en que las grandes cadenas dedicadas a la información les den un tratamiento a las noticias antes de publicarlas. Por todo ello, podríamos decir que la información se ha transformado en un bien económico, un producto de consumo, donde casi toda la información se vende y casi toda puede ser comprada por unos consumidores ávidos de conocer y dar significado a los acontecimientos que afectaran a sus vidas. Detrás de este comportamiento encontramos que es más fácil leer y opinar que procesar esa información y/o pensar sobre ella, lo que nos lleva al segundo tipo de manipulación, la manipulación cognitiva.
La manipulación cognitiva se lleva a cabo incidiendo en el pensamiento y las emociones de las personas modificando su comportamiento sin que estas se den cuenta. Este cambio de comportamiento dará lugar a un cambio en su pensamiento y en sus sentimientos. Lo más interesante de esta manipulación es que el manipulador, intenta eliminar o minimizar el pensamiento crítico de las personas sin que estas sean consciente de ello, distorsionando su capacidad de reflexión.
Distorsión en el pensamiento crítico : estrategias de manipulación reconocidas, el paradigma de Sylvain Timsit.
Para ilustrar cómo operaban, y siguen operando hoy en día las estrategias de manipulación social, sin entrar en teorías conspiradoras, expondremos en primer lugar el paradigma de Sylvain Timsit con sus tres estrategias de manipulación social esenciales. En principio, siguiendo este paradigma y valiéndose de los medios de comunicación, una clase poderosa como por ejemplo, la clase política, puede controlar de forma masiva a la sociedad sin que esta apenas lo perciba.
Una de las estrategias mas poderosas definidas por este autor es la distracción. Esta manipulación está dirigida a evitar que la sociedad se interese por recibir, obtener o buscar información esencial sobre: educación, política, sanidad, economía y trabajo. ¿En que consiste? en mantener a la “ masa social “ ocupada mediante el diluvio constante de información insignificante sobre temas sin importancia. Con ello se consigue que las personas estén ocupadas y no tengan tiempo para el pensamiento crítico, adoptando un pensamiento secuencial, uno detrás de otro.
La autoculpabilidad es la segunda estrategia de manipulación social definida por este autor. Lo más llamativo de esta estrategia es que al hacerse latente, las personas se desvaloran, culpabilizándose de la situación problemática acontecida. Esta situación va a producir un estado “depresivo social,” cuyo efecto conduce a la inacción, es decir, produce la inhibición de la acción. ¿En que consiste? en que las personas se sientan culpables de los problemas, haciéndoles creer en la responsabilidad de su propia desgracia o incluso buscando entre sus iguales un culpable. Y aún peor…llegar a culpabilizarse los unos a los otros de sus desgracias, por negligencia personales, falta de esfuerzo , carencia de competencias, etcétera.
La última estrategia de manipulación social que expondremos de este autor pero no por ello la menos importante, es la llamada estrategia problema-reacción-solución. Esta estrategia se suele emplear cuando se quieren implementar medidas contrarias a derechos o libertades ya adquiridos por la sociedad. ¿En que consiste? En favorecer la creación de una “situación-problema” que se tiene controlada por el grupo de poder. Este último sabe que esta situación creará un comportamiento deseado en la masa social. Lo que dará lugar a que la sociedad, debido a esta situación-problema presentada demandará la solución, que serán las medidas esperadas que se querían implementar. La esencia de esta teoría, es crear confusión e incertidumbre para rápidamente ofrecer soluciones.
En definitiva, lo que tienen en común estas estrategias es forzarnos a usar más nuestras emociones que nuestras reflexiones. Al usar más el aspecto emocional abrimos nuestro inconsciente, accediendo más fácilmente a las ideas, temores y deseos. Ello da lugar a que nos conozcan mejor y así mantenernos ajenos a los problemas reales sociales, viviendo en una ignorancia mediocre para que al final demandemos y se nos ofrezca lo que deseamos y no lo que realmente necesitamos.
La finalidad de estas estrategias presentadas es mantener el control de la sociedad, desplazando los pensamientos sobre sus necesidades personales, hacia pensamientos sobre prioridades externas, la mayoría de las veces fabricadas.
La ventana de Overton
Beck´s (2010), usando esta técnica explica cómo se puede cambiar una nación cambiando el debate. No obstante, el Mackinac Center para las Políticas Públicas de U.S.-centro donde era vicepresidente Joseph Overton-defiende “la Ventana de Overton2” como una teoría que los políticos si quieren mantenerse o entrar en el poder, deberían usar.
Overton explica que esta ventana, tiene un rango que se puede ir abriendo o cerrando, dónde están las ideas ya aceptadas por la sociedad en un momento dado, según sus valores y normas operantes . Eso significa que, cada político debe aceptar las ideas incluidas en esa ventana para poder acceder o mantenerse en un cargo público. Conviene tener en cuenta que este centro puntualiza también, como ideas que se encuentran fuera de esa ventana por ser inaceptables socialmente, podrían ser introducidas en esa ventana, volviéndose aceptables aunque sean radicales para la sociedad en un momento temporal determinado.
Esta teoría política describe en cinco fases como la opinión pública sin darse cuenta de su cambio de pensamiento, acepta una idea que antes era completamente inaceptable por la sociedad ya que ataca a sus valores sociales. En referencia a esto expondremos, siguiendo a Segura(2018), la fases que hay que seguir para que una idea completamente contraria a la sociedad en un momento dado por ir en contra de sus valores y normas, pueda ser completamente aceptable.
- La primera fase, de lo impensable a lo aceptable. Un tema que era “tabú” por la sociedad se empieza a debatir.¿ Cómo? Para empezar a que se hable de ello, se traslada la cuestión al campo científico, exponiendo que para la ciencia no existe ningún “tema” que no debiera ser tratado, forzando la intransigencia original de hablar sobre “el tema” a un debate.
- En la segunda fase, ya se persigue abiertamente la aprobación. Para ello grupos de influencia siguen insistiendo, en la liberación de los prejuicios sociales que hay sobre “el tema”. ¿ Cómo? tachando de irreflexivos a los que se oponen a no tener siquiera un debate sobre él mismo. Además se va creando un eufemismo, del “tema” en cuestión, con la intención de liberar de connotaciones negativas al término original. Se añadiría un precedente histórico nacional o internacional que sirva como punto de referencia constatado señalando como en alguna etapa de la historia o en otros países, ha sido aceptado “el tema” en cuestión.
- En una tercera etapa ya se reclamaría el derecho de aceptarlo. Se propondría el derecho que tiene la sociedad sobre “el tema”, y por ello que está tiene la libertad de poder decidir abiertamente sobre él. Paralelamente se seguiría señalando a los intolerantes por pensar diferente o no querer aceptar “el tema “ acusándolos de extremistas o irreflexivos por ir en contra del cambio. Esta etapa se consolidaría buscando gente popular que hable de ello y no les parezca raro “el tema” en cuestión.
- En la cuarta etapa ya se puede decir que la maquinaria está en marcha para cambiar la idea que la sociedad anteriormente tenía sobre “el tema”. Se buscan spots publicitarios, espectáculos, personajes relevantes…Así el fenómeno se va haciendo popular, dándole al “tema” un enfoque de victimismo, por haber sido siempre excluido de la sociedad por grupos intransigentes y represores.
- En la quinta etapa ya está plenamente aceptado “el tema” por la mayoría de la sociedad que está preparada para cambiar la legislación a favor de él. Para ello se han creado encuestas y se ofrecen datos estadísticos para demostrar que la mayoría está a favor.
Como vemos, de forma imperceptible se ha instaurado la idea en la conciencia de la “masa social,” que creará nuevos dogmas y aprobación social y legal. (Si le ha resultado algo complicado de entender en estas fases, sustituta la palabra “tema” por ejemplo por “ anorexia”)
Para finalizar, si hacemos una comparación con el pasado, aunque estas teorías y estrategias siempre han operado, hoy en día su uso es más fácil. Ello es debido a que grupos de influencia, disparan situaciones a través de bytes de un ordenador produciendo mucho “ruido”. Además de la mezcolanza que se suelen hacer cuando se dispersa la realidad por estos grupos, en los medios de comunicación. Estas armas en silencio, operan a través de datos (información) obtenida la mayoría de las veces por medios legales, donde se recogen información bien estructurada en cuestionarios de satisfacción, salud, laborales, entre otros. ¿Cómo lo hacen? obteniendo datos sobre: consumo, hábitos sociales de diversión y tiempo libre. A veces incluso se estudian los llamados “coeficientes de consentimiento” basados en los shock testing de Rothschild. Así sin darnos cuenta , mediante simples formularios se recogen feedbacks de tolerancia social perfectamente cuantifícales en números. Estos son más eficientes cuando se aplican en situaciones de crisis, epidemias, huelgas de servicios, en definitiva cuando estamos emocionalmente más implicados. Si le parece una distopía Orwelliana y que sus datos no son importantes para nada ni nadie, piense en un momento en el sistema de crédito social chino donde se registran los hábitos de los ciudadanos gracias a la combinación de reconocimiento facial, monitorización de internet y redes sociales y Big data. Pero esto ya sería otro artículo.
Así pues: llegados a este punto, seguramente todos estaremos pensando que las teorías expuestas sobre manipulación social, son útiles pero no las únicas posibles y seguramente existen otras mejores. De ser así, gracias porque de esto va este artículo, del pensamiento crítico. Por favor, que comience el debate.
1 http://www.iidh.ed.cr/comunidades/redelectoral/docs/red_diccionario/manipulacion.htm ( consultado, marzo 2021) mencionado en Valderrama,pg.77 “ Motivación Inteligente”
2 https://www.mackinac.org/OvertonWindow (visitado el 18/03/21)The Overton Window(1990) Mackinac center for public policy
Notas
Joseph P. Overton, Ex-vicepresidente del poderoso grupo de expertos del Centro Mackinac de Estados Unidos.
Sylvain Timsit, analista político francés. En 2002 describió 10 estrategias que el poder político usaba con el propósito de una manipulación masiva.
Meyer Amshel Rothschild (1744-1812). Descubridor de la inducción económica a través de la moneda.
George Orwell (1903- 1950) . 1984, distopía publicada en 1949. Entre otras también escribió “Animal Farm” en 1945.
La inteligencia en la lucha contra la pandemia
| José Miguel Palacios, 10 de noviembre de 2020 |
En un libro publicado en 2011[1] transcribía Tom Fingar[2] (en forma condensada) una serie de conversaciones que había tenido con miembros del Congreso interesados en que el NIC[3] escribiera una estimación estratégica sobre el cambio climático:
Miembro: Necesitamos una estimación sobre el cambio climático.
Yo: No trabajamos sobre el cambio climático; hable con NOAA[4] o la Academia Nacional de Ciencias.
Miembro: Pero confiamos en usted y sabemos que obtendremos una evaluación objetiva.
Yo: Gracias, pero el NIC no sabe nada de climatología.
Miembro: Pero confiamos en usted, y el NIC analiza los desarrollos geopolíticos, ¿verdad?
Yo: Sí, pero nos sigue faltando experiencia en cambio climático.
Miembro: OK, entonces haga un NIE sobre la geopolítica del cambio climático global. (Fingar, 61).
Hay muchas definiciones de inteligencia, pero la mayoría de ellas incluyen dos elementos centrales: a) se trata de un tipo especial de “conocimiento”, y b) sirve para apoyar el proceso de toma de decisiones. De alguna manera, no siempre explicitada, se entiende también que la inteligencia se ocupa, sobre todo, de asuntos relacionados con la “seguridad”. Y, claro, si el concepto de seguridad se amplía, también debe ampliarse el campo de acción de la inteligencia.
Hace algunas décadas, se hablaba de “seguridad exterior” (frente a agresiones externas) y “seguridad interior” (frente a amenazas de tipo interno), pero esta división clasificación simple de los tipos de seguridad ha quedado ya completamente superada. Así, en la Estrategia de Seguridad Nacional de 2017[5] se “adopta una visión integral de la seguridad, entendida esta como servicio público objeto de una acción del Estado dirigida a proteger la libertad, los derechos y bienestar de los ciudadanos, a garantizar la defensa de España y sus principios y valores constitucionales, así como a contribuir junto a sus socios y aliados a la seguridad internacional en el cumplimiento de los compromisos acordados” (ESN, 16). Por ello, entre las amenazas y desafíos para la Seguridad Nacional se incluyen algunos que se podrían inscribir en la idea tradicional de seguridad (conflictos armados, terrorismo, proliferación de armas de destrucción masiva, vulnerabilidad del espacio marítimo, aéreo y ultraterrestre, espionaje), mientras que otros son más novedosos (crimen organizado, vulnerabilidad del ciberespacio, inestabilidad económica y financiera, vulnerabilidad energética, flujos migratorios irregulares, emergencias y catástrofes, epidemias y pandemias, efectos del cambio climático) (ESN, 59-77). Todos estos grandes temas pueden y deben ser objeto de la atención de la inteligencia.
A lo largo de 2020, el Departamento de Seguridad Nacional ha elaborado diversos informes[6], tanto clasificados como abiertos, sobre la pandemia y sus posibles repercusiones. Aunque el Departamento no es un servicio de inteligencia, podemos aceptar que realiza funciones de inteligencia al crear y transmitir conocimiento en apoyo al proceso de toma de decisiones. En particular, conocimiento sobre materias relacionadas con la seguridad nacional. Y sí, la parece estar absorbiendo una parte considerable de su atención. También en otros países, las agencias de inteligencia se han implicado activamente en la lucha contra la pandemia[7].
Moraleja: a medida que se amplía el concepto de seguridad, aumentan también los temas que pueden ser objeto de la atención de los servicios de inteligencia. Como decía hace casi cuarenta años Alexandre de Marenches[8], que fuera Director del servicio exterior francés SDECE, “el campo de acción de los Servicios Secretos es ilimitado: injerencia, desinformación, subversión, que hay que detectar y contrarrestar, observación del planeta, con coincidencias sorprendentes entre ciertos fenómenos, observación también desde el espacio y desde las profundidades del mar”[9].
El problema es cómo enfocar temas siempre nuevos, temas sobre los que no existe experiencia previa en el servicio de inteligencia. Ni bases de datos propias ni analistas con una comprensión sofisticada de ellos. ¿Existe alternativa a la cooperación con especialistas ajenos a los servicios? Y si no existe alternativa, ¿hay una forma práctica y eficaz de fomentar y organizar esta cooperación tan necesaria?
[1] Fingar, T. (2011). Reducing uncertainty: Intelligence analysis and national security. Stanford University Press.
[2] Para una biografía de Fingar, véase Wikipedia contributors. (2020, October 13). Thomas Fingar. In Wikipedia, The Free Encyclopedia. Retrieved 17:52, November 9, 2020, from https://en.wikipedia.org/w/index.php?title=Thomas_Fingar&oldid=983306983.
[3] National Intelligence Council. Órgano de la Comunidad de Inteligencia norteamericana encargado de elaborar la inteligencia estratégica de más alto nivel (los National Intelligence Estimates). Fingar fue su presidente entre 2005 y 2008.
[4] https://www.noaa.gov/
[5] https://www.defensa.gob.es/Galerias/defensadocs/Estrategia_Seguriad_Nacional_2017.pdf
[6] Véase, por ejemplo, https://elpais.com/espana/2020-10-11/el-pp-manipula-informes-de-la-moncloa-para-culpar-a-sanchez-de-la-pandemia.html.
[7] Para el caso particular de Israel, veáse, por ejemplo, Kahana, E. (2020). Intelligence Against COVID-19: Israeli Case Study. International Journal of Intelligence and CounterIntelligence, DOI: 10.1080/08850607.2020.1783620. También, Shpiro. S. (2020). Israeli Intelligence and the Coronavirus Crisis. International Journal of Intelligence and CounterIntelligence, DOI: 10.1080/08850607.2020.1805711.
[8] Alexandre de Marenches. (2020, août 15). Wikipédia, l’encyclopédie libre. Page consultée le 07:50, août 15, 2020 à partir de http://fr.wikipedia.org/w/index.php?title=Alexandre_de_Marenches&oldid=173833892.
[9] Ockrent, C. y Alexandre de Marenches (1986). Dans le secret des princes. Paris: Stock. P. 313.
La inteligencia estratégica en función de un mundo cambiante
LA INTELIGENCIA ESTRATÉGICA EN FUNCIÓN DE UN MUNDO CAMBIANTE.
Marcelo Javier de los Reyes (*)
Septiembre de 2020
El pesimista se queja del viento;
el optimista espera que cambie;
el realista ajusta las velas.
William George Ward (1812-1882)
Resumen: La Inteligencia ¿es arte o ciencia? Sin duda, intuición y racionalidad son dos elementos esenciales del analista de Inteligencia. Este mundo actual, en donde impera el cambio permanente y la incertidumbre, requiere de una interpretación por parte de una Inteligencia Estratégica sumamente flexible, con capacidad de reorientarse en función de poder dar respuesta a las cambiantes circunstancias que los diversos actores y las diversas problemáticas le imponen al Estado.
Palabras clave: Inteligencia, Arte, Ciencia, Intuición, Inteligencia Estratégica, Planificación Estratégica.
De omni re scibili
Se le atribuye al escritor, filósofo y humanista italiano Giovanni Pico de la Mirándola ―Italia, 1463 – 1494― la expresión De omni re scibili, que podemos traducir como “concerniente a todo lo que se puede conocer”. Quizás, no haya sido casualidad que esa expresión fuera escogida como lema de la Escuela Nacional de Inteligencia de la entonces Secretaria de Inteligencia de Estado, la actual Agencia Federal de Inteligencia de la República Argentina[1]. Como es sabido, la Inteligencia, de la que Walter Laqueur intentó discernir si se trataba de “arte o ciencia”, tiene una profunda avidez por el conocimiento.
La inteligencia, tras la Segunda Guerra Mundial, fue convirtiéndose en una disciplina científica a partir de la conformación de teorías y métodos que, en un principio, fueron notoriamente estructurados, habida cuenta que sus basamentos tuvieron su origen en la Inteligencia Militar. Progresivamente, la inteligencia fue adaptándose a los cambios mundiales y la emergencia de la Inteligencia Estratégica fue acompañada de una desestructuración de sus métodos de análisis, más aun cuando formó parte de un organismo civil de inteligencia.
La complejidad del mundo actual y la ocurrencia de acontecimientos no previstos, promovió una reestructuración de los organismos de inteligencia, esencial para la toma de decisiones acordes con los nuevos desafíos.
Escudo de la Escuela Nacional de Inteligencia (ENI), Argentina.
Los organismos de inteligencia requieren una constante actualización de los temas que pone en la mira, toda vez que su principal tarea es “ir delante” para evitar sorpresas; como dijo Federico “el Grande” de Prusia: “se puede perdonar ser derrotado, pero nunca ser sorprendido”. Del mismo modo, estos organismos deben proporcionarles una o unas alternativas diferentes a quienes se hallan involucrados en el proceso de toma de decisiones en la alta política. De ahí que deben comprender el contexto en el cual se encuentra el país al que sirven, produciendo un conocimiento lo más abarcador posible de la realidad.
La Inteligencia Estratégica es la inteligencia que permite la planificación de una estrategia nacional para el país, es decir, una inteligencia que debe diseñar objetivos a futuro, teniendo en cuenta las amenazas y los riesgos, como así también las oportunidades y las fortalezas, además de los recursos con que se cuentan para concretarlos. Para que ello tenga sentido y pueda plasmarse, es necesario definir claramente los objetivos nacionales, vale decir, hacia dónde se desea llevar al país, definir las metas a las que debe apuntarse.
El dilema interesante propuesto por Walter Laqueur, sobre si debemos considerar a la inteligencia como “arte o ciencia”, encuentra en Karl von Clausewitz algunos elementos conceptuales interesantes para su comprensión, desarrollados los mismos en su obra De la Guerra. En ella, plantea esta disyuntiva para la guerra, considerando que todo pensamiento constituye, en verdad, un arte y será allí donde la lógica encuentre su límite —como resultado del conocimiento— y comience a actuar el juicio. Incluso el conocimiento del espíritu es juicio y, en consecuencia, arte y finalmente lo es también el conocimiento mediante los sentidos. Motivo por el cual, resulta tan imposible imaginar a un ser humano que posea tan solo la facultad del conocimiento sin la del juicio, como lo inverso, determinando ello que el arte y el conocimiento nunca pueden separarse completamente el uno del otro. De tal forma que ello permite resumir que, allí donde se trata de creación y de producción, allí se encuentra el ámbito del arte; por el contrario, si el objetivo es la investigación y el conocimiento, allí impera la ciencia[2].
En tal sentido, la evolución de las diversas sociedades, la complejidad del mundo, la incertidumbre ―a la que con gran claridad Nassim Nicholas Taleb definió a través del concepto de “cisne negro”― o los “megacambios” a los que se refiere Ervin Laszlo, llevan a un replanteo y a una actualización de la actividad de inteligencia, ya que la misma comienza a plantear cada vez más la alternancia entre habilidad práctica y conocimiento científico. Laszlo ―en una visión más allá de la física pero que no debería ser soslayada― considera que la humanidad se encuentra en la disyuntiva “evolución o extinción”, por lo que el hombre debe transitar hacia una visión del mundo multidisciplinar, viviendo armónicamente con las tradiciones espirituales del planeta[3]. Sin embargo, quien ha puesto más en evidencia la fragilidad y la volatilidad de nuestra sociedad actual, como ya fuera mencionado, fue el sociólogo polaco Zygmunt Bauman con el concepto de modernidad líquida.
Este mundo actual requiere de una interpretación por parte de una Inteligencia Estratégica sumamente flexible, con capacidad de reorientarse en función de poder dar respuesta a las cambiantes circunstancias que los diversos actores y las diversas problemáticas le imponen al Estado.
Dicho de otro modo, no podemos ser absolutamente racionales adoptando una duda cartesiana, ni absolutamente empiristas pues, de seguir solo lo que la experiencia nos indique, alcanzaríamos el destino del “pavo de Russell”. En tal sentido, el analista veterano no debe dejar de lado la intuición pues, en alguna medida esa intuición obedece a un “ordenamiento de sus carpetas mentales”. De tal modo que la intuición debe movilizar a la razón y la razón debe disciplinar a la intuición.
Una Inteligencia Estratégica basada en un pensamiento flexible que le permita “ajustar las velas” acorde a las condiciones del viento, es el principal instrumento del que se deben valer quienes tienen la responsabilidad en la toma de decisiones.
En función de lo expuesto, vale en este punto recordar a Shinmen Musashi No Kami Fujiwara No Genshin, más conocido como Miyamoto Musashi —nacido en 1584, en la población de Miyamoto, en la provincia de Mimasaka, Japón—, autor de El Libro de los Cinco Anillos (en japonés 五輪書 [Go rin no sho]), quien afirma en su obra que comenzó a comprender el Camino de la Estrategia cuando alcanzó los 50 años de edad. Hijo de un samurái, Musashi devino en un ronin (浪人 – literalmente “hombre ola”), es decir en un samurái sin amo, durante el período feudal de Japón. En el año 1643 escribió su libro, en cuyo prólogo proporciona varios puntos a tener en cuenta[4]:
- considera que hay que dejar de lado una estrategia “estructurada” (“depurada”) y no seguir una ley determinada;
- alude a una “habilidad natural”, la cual es una característica destacable en un analista de inteligencia estratégico;
- recuerda la imperiosa necesidad de buscar en todo momento (“mañana y tarde”) el conocimiento;
- apunta a la combinación de “muchas artes y habilidades”, es decir, la apelación a un pensamiento flexible, la necesidad de la adaptación permanente al cambio y a la innovación, a la creatividad;
- afirma que llegó a comprender el Camino de la Estrategia a los 50 años, lo que implica que un analista estratégico debe ser una persona experimentada, con amplios conocimientos y una gran apertura, es decir, un “cinturón negro” en términos de inteligencia. De ahí en más, su pericia lo llevará a escalar a través de diferentes danes, para continuar con la metáfora de las artes marciales.[5]
Si bien su libro fue orientado hacia las artes marciales, al igual que El arte de la guerra de Sun Zi —el cual contiene un capítulo titulado “El aprovechamiento de los espías”[6]—, ha sido valorado desde la estrategia, en particular la empresarial.
A partir de lo expuesto puede deducirse que un servicio de inteligencia que cuente con numerosos analistas seniors y, particularmente, con numerosos analistas estratégicos experimentados, se constituirá en un verdadero “órgano colegiado” destinado a asistir en la toma de decisiones.
Finalmente, cabe citar nuevamente a Musashi: cuando has comprendido el Camino de la Estrategia, no existe una sola cosa que no seas capaz de comprender y puedes ver el Camino en todas las cosas.
* Licenciado en Historia (UBA). Doctor en Relaciones Internacionales (AIU, Estados Unidos). Director de la Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG). Autor del libro “Inteligencia y Relaciones Internacionales. Un vínculo antiguo y su revalorización actual para la toma de decisiones”, Buenos Aires, Editorial Almaluz, 2019.
[1] La Escuela Nacional de Inteligencia fue creada el 5 de junio de 1967, como instituto de formación de la entonces Secretaría de Inteligencia de Estado (SIDE). Con la promulgación del Decreto Presidencial Nº 1536/91 fue reconocida como el instituto de mayor nivel de la especialidad en la Argentina.
[2] Karl von Clausewitz. De La Guerra. Barcelona: Labor, 1984, p. 154-157.
[3] Ervin Laszlo. El cambio cuántico. Cómo el nuevo paradigma científico puede transformar la sociedad. Barcelona: Kairós, 2009, 235 p.
[4] Musashi, Miyamoto. “Prólogo de Miyamoto Musashi”. Go Rin Kai, <http://www.gorinkai.com/textos/gorin0.htm>. [consulta: 10/06/2018].
[5] En la parte final de su prólogo, Miyamoto Musashi dice: “Cuando llegué a la treintena, miré hacia atrás contemplando mi pasado. Todas esas victorias no se debieron a tener una estrategia depurada. Quizás fue mi habilidad natural, o el deseo del Cielo, o que los luchadores de las diversas escuelas eran inferiores. Por lo tanto, estudié mañana y tarde buscando el principio, y llegué a comprender cuál era el Camino de la Estrategia cuando cumplí cincuenta años. Desde entonces he vivido sin seguir ningún camino en particular. De acuerdo con la virtud de la Estrategia he practicado muchas artes y habilidades, siempre sin un maestro. Para escribir este libro no uso la ley de Buda o las enseñanzas de Confucio, ni las antiguas crónicas guerreras o libros de tácticas marciales. Tomo mi pincel para explicar el auténtico espíritu de esta escuela ‘Ichi’, tal y como se refleja en el Camino del Cielo y de Kwannon. Este momento es la noche del décimo día del décimo mes, a la hora del Tigre. [3 a 5 a.m.]”.
[6] Sun Zi (1996). El arte de la guerra. Beijing, Ediciones en lenguas extranjeras, 1996 (2da reimp.), p. 91-96.
La inteligencia sanitaria. Una inteligencia esencial de la inteligencia estratégica.
LA INTELIGENCIA SANITARIA. UNA INTELIGENCIA ESENCIAL DE LA INTELIGENCIA ESTRATÉGICA.
Marcelo Javier de los Reyes (*)
| Julio de 2020 |

Resumen
La Inteligencia Estratégica se nutre de la Inteligencia Estratégica Militar, de la Inteligencia Criminal y de la Inteligencia Competitiva. Dentro de la Inteligencia Militar, en los Estados Unidos, ya desde el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, se desarrolló la Inteligencia Médica.
Actualmente se habla de Inteligencia Sanitaria, la que debería alcanzar mayor relevancia como consecuencia de la pandemia de coronavirus que se ha expandido por el planeta. Esta Inteligencia sectorial sería de gran utilidad para el desarrollo de los países e implicaría tomar a las cuestiones sanitarias como una inversión. Por tal motivo, la Inteligencia Sanitaria debería ser considerada como parte esencial de la Inteligencia Estratégica.
Palabras clave: Inteligencia, Inteligencia Militar, Inteligencia Sanitaria, Inteligencia Estratégica, Salud.
Introducción
La Inteligencia Estratégica requiere de información de diversas fuentes y su producto contribuirá a la Planificación Estratégica Nacional, la que tiene por propósito el largo plazo, vinculando la información de todas las áreas de inteligencia interior y de inteligencia exterior, así como las provenientes de otras áreas sectoriales de la inteligencia, con el objetivo de poner en manos del gobierno los elementos fundamentales para la toma de decisiones.
Entre esas inteligencias sectoriales que nutren a la Inteligencia Estratégica deben mencionarse la Inteligencia Estratégica Militar, la Inteligencia Criminal y la Inteligencia Competitiva. La Inteligencia Médica se halla dentro de la Inteligencia Militar pero a los efectos de optimizar la Planificación Estratégica —y como consecuencia de la pandemia de coronavirus que se ha expandido por el planeta— la Inteligencia Sanitaria debería ser considerada como parte esencial de la Inteligencia Estratégica.
La Inteligencia Médica
Jonathan D. Clemente, en su artículo Medical Intelligence nos dice que “la intersección de la medicina, la inteligencia y la seguridad nacional data de los primeros días de la Segunda Guerra Mundial”[1].
Ante la inminencia de la Segunda Guerra Mundial, los oficiales médicos estadounidenses de la Subdivisión Quirúrgica de Medicina Preventiva General del Ejército (Army Surgeon General’s Preventive Medicine Subdivision) debieron abocarse a escribir sobre salud pública en los territorios ocupados para su inclusión en un manual de campo del ejército[2].
Era importante contar con una extensa lista de las principales enfermedades que podían aquejar tanto a las tropas como a la población civil. Este fue el origen del National Center for Medical Intelligence (NCMI), un componente de la Defense Intelligence Agency (DIA).
La evolución de la guerra fue incrementando el desarrollo de la Inteligencia Médica y la captura de un equipo médico enemigo y sus drogas se constituían en una fuente de información valiosa. Así fue como la antecesora de la CIA, la Oficina de Servicios Estratégicos (OSS) fue recabando información sobre los planes militares del adversario, sus capacidades para desarrollar una guerra biológica así como los propios conocimientos en medicina del enemigo. En verdad, la separación de las líneas de defensa entre los adversarios no significaba un obstáculo para la propagación de las enfermedades, entre las que se pueden mencionar el tifus y las ocasionadas por el piojo[3].
Creada la CIA, ya en 1947 comenzó a producir informes de inteligencia médica focalizados en el bloque comunista y durante la guerra de Corea (1950-1953), la comunidad de inteligencia reestructuró sus actividades dedicadas a la inteligencia científica y técnica para delimitar responsabilidades y evitar duplicaciones innecesarias.
En el marco de este artículo, la Inteligencia Médica es ponderada en función de las actuales circunstancias en las que la humanidad se encuentra enfrentando la pandemia de coronavirus que ha condenado a buena parte de la población, según las modalidades implementadas por cada país, a la supresión total o parcial, por tiempo no siempre determinado, de actividades sociales, laborales, etc.
Los miembros de esa unidad, profesionales de inteligencia, ciencia y medicina, son quienes monitorean y siguen las amenazas globales de salud que pudieran poner en peligro a los estadounidenses[4].

El 25 de febrero —quince días antes que la Organización Mundial de Salud definiera al brote como una pandemia global—, cuando aún había pocos casos en Estados Unidos, la unidad de Inteligencia Médica elevó su nivel de alerta, considerando que el coronavirus podía convertirse en una pandemia en 30 días[5]. No obstante, el presidente Trump tuiteaba que “El coronavirus está bajo control en Estados Unidos”.
La unidad elabora sus consideraciones utilizando fuentes públicas (Open Source Information Intelligence, OSINT) y fuentes cerradas. De este modo, la Inteligencia Médica procede a procesar la información médica, biocientífica, epidemiológica, ambiental, relacionadas tanto con la salud humana como con la salud animal, con énfasis en la actividad militar.
La Inteligencia Sanitaria
La amenaza de las armas biológicas, la guerra urbana y los numerosos desafíos del mundo actual, indican que la Inteligencia Médica confinada a una estructura militar para las enfermedades y traumas derivados de la guerra parecería hoy insuficiente. Sus funciones deberían ser ampliadas para convertirse en una inteligencia sectorial que suministre información a la Inteligencia Estratégica. La Inteligencia Sanitaria, como toda inteligencia, recoge información, la evalúa y procede a elaborar informes que permitan tomar decisiones con el objetivo de optimizar la salud de los pacientes y de la sociedad.
La Inteligencia Sanitaria debe poner la mira en numerosos retos que afectan a las sociedades actuales y trabajar conformando un equipo multidisciplinario de profesionales.
Desde la década de 1990 se incrementaron las migraciones y con ellas la propagación de enfermedades infecciosas. Así por ejemplo, puede mencionarse que en Nueva York, en el verano de 1999, se detectó por primera vez el virus del Nilo Occidental, enfermedad identificada en Uganda en 1937. Desde ese verano, la enfermedad se ha propagado a lo largo de los Estados Unidos.
En 2016, también en Nueva York, se ha documentado el primer caso de transmisión sexual de mujer a hombre del virus de Zika, lo cual aumenta las posibilidades de que la enfermedad pueda extenderse mucho más allá de los países en los que ya es endémica y donde los mosquitos son la fuente de contagio más importante[6].
La pandemia de COVID-19 ha demostrado cómo, debido a la interconexión global, una enfermedad se puede propagar con rapidez, ocasionando una saturación de los servicios de salud, provocando serias dificultades tanto para los estados afectados como para las empresas de transporte y las sociedades en general.
Del mismo modo, esa pandemia, como los ataques con ántrax en septiembre de 2001, despertaron las sospechas de que estas enfermedades pueden ser producto de creaciones de laboratorios, con lo cual deben ser objeto de análisis más minuciosos de la inteligencia.
Los alcances de una Inteligencia Sanitaria como la que se propone son amplios, en el sentido de salvaguardar la salud pública tanto de una región como del territorio nacional y debería incluir cuestiones fundamentales como:
- el acceso al agua,
- una educación sanitaria que permita la adquisición de conocimientos, aptitudes e información acerca de opciones saludables y
- contemplar qué elementos debe producir el país para estar preparado ante situaciones dramáticas pero previsibles.
Algunas consideraciones finales
La Inteligencia Sanitaria debe considerarse como una inversión necesaria para evitar costos mayores. La pandemia de coronavirus ha expuesto la insuficiencia de los servicios de salud en numerosos países y la falta de producción de elementos imprescindibles para la protección no solo del personal de la salud sino también de la población en general. Una de las recomendaciones es lavarse las manos, pero en muchas zonas las personas carecen de acceso al agua. ¿Servirá esta triste experiencia para que los tomadores de decisión asuman qué significa “inversión” en estos casos? Porque las enfermedades, los lisiados y las muertes implican un costo para el Estado. Esto bien vale para aquellos que están involucrados en el debate “economía o vida”.
Es en estos casos en que se debe aprender de las experiencias y cambiar el rumbo. Nuevamente el costo de la prevención puede resultar menor que el de intentar dar soluciones cuando ya es tarde.
Dicho esto y a partir de esta coyuntura, entonces, se hace necesario repensar en que es necesario desarrollar una Inteligencia Sanitaria abarcativa. Sólo se precisa de un equipo reducido de personal multidisciplinario, que participe de una comunidad ampliada de Inteligencia que se vincule con numerosas oficinas gubernamentales (municipales, provinciales y nacionales), con empresas privadas como así también con asociaciones científicas.
La información recabada a partir de esa comunidad coadyuvaría en la Planificación Estratégica regional y nacional, es decir, en la adopción de una correcta política sanitaria y en la toma de decisiones —el curso de acción a seguir— ante situaciones de emergencia.
Se trata de ponderar lo que se denomina el capital humano de la Nación, recurso tan importante como los naturales.
Por todo lo expresado, la Inteligencia Sanitaria debería sumarse a las otras inteligencias sectoriales que nutren a la Inteligencia Estratégica para favorecer y aportar a la toma de decisiones políticas.
* Licenciado en Historia egresado de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Buenos Aires (1991). Doctor en Relaciones Internacionales, School of Social and Human Studies, AIU, Estados Unidos. Director de la Sociedad Argentina de Estudios Estratégicos y Globales (SAEEG). Autor del libro “Inteligencia y Relaciones Internacionales. Un vínculo antiguo y su revalorización actual para la toma de decisiones”, Buenos Aires, Editorial Almaluz, 2019.
Referencias
[1] Jonathan D. Clemente. “Medical Intelligence”. The Intelligencer Journal of U.S. Intelligence Studies, volumen 20, number 2, Fall/Winter 2013, Association of Former Intelligence Officers (AFIO), [consulta: 13/08/2015].
[2] Ídem.
[3] Ídem.
[4] “EEUU: Unidad de inteligencia médica advirtió de coronavirus”. Infobae, 17/04/2020, <https://www.infobae.com/america/agencias/2020/04/17/eeuu-unidad-de-inteligencia-medica-advirtio-de-coronavirus/>. [consulta: 20/04/2020].
[5] Ídem.
[6] Marc Santora. “Twist in Zika Outbreak: New York Case Shows Women Can Spread It to Men”. The New York Times, 15/07/2016,<https://www.nytimes.com/2016/07/16/nyregion/zika-virus-female-to-male-sexual-transmission.html>, [consulta: 12/06/2020].
In the Era of Information: Disinformation. How to Train in Critical Thinking. Webinar April 30th at 18:00 hours.
In the Era of Information:
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How to Train in Critical Thinking
Webinar April 30th at 18:00 hours.
Webinar organised by:
Sign up for free at: catedra.serviciosinteligencia@urjc.es
IN THE ERA OF INFORMATION: DISINFORMATION
The aim is to reflect on how, in a society saturated by the volume of information, today more than ever we need to contrast facts and information in order to form a critical and responsible opinion. It has already been proven that a high number of people do not know how to distinguish between a fake and a real story, a good story from a commercial advertisement or the real world from the virtual one. All of has an influence on how people think and behave, without them being even aware of it. This has ultimate consequences on the functioning of democracies.
All in all, we need to equip the citizenship with appropriate analytical tools in order to help them to train in critical thinking and build own opinions based on reality.
Speakers
RESEARCH CENTRE FOR INTELLIGENCE SERVICES AND DEMOCRATIC SYSTEMS
Dr. Fernando Velasco Fernández
Director of the Research Centre for Intelligence Services and Democratic Systems of the Rey Juan Carlos University and Professor of the Department of Applied Economics I, Economic History and Institutions and Moral Philosophy.
Mr. Santiago Montesinos Chía
Intelligence Analyst specialised in Disinformation and Propaganda. Professor of the Master’s Degree in Intelligence Analyst and collaborator at the Research Centre for Intelligence Services and Democratic Systems.
Mr. José Ángel González Andrés
Analyst specialised in Cybersecurity. Professor of the Master’s Degree in Intelligence Analyst and collaborator at the Research Centre for Intelligence Services and Democratic Systems.
Moderadora
Ms. Susana Cuena Parejo
Graduate in Political Sciences and Public Administration, specialised in Political Analysis by the University Complutense of Madird. Graduate in Gender Equality by the Rey Juan Carlos University Madrid.
“Bayes ingenuo” en apoyo del análisis de inteligencia
| José Miguel Palacios, 11 de junio de 2020 |
Un interesante artículo de Juan Pablo Somiedo[1], aparecido a finales de 2018, nos recordaba que el teorema de Bayes[2], en su versión más elemental (lo que se suele llamar “Bayes ingenuo”) puede seguir siendo útil en análisis de inteligencia.
El teorema de Bayes en el análisis de inteligencia
Se puede argumentar que todo análisis de inteligencia es bayesiano en su naturaleza. En esencia consiste en obtener unas evidencias iniciales, simples fragmentos de una realidad bastante compleja, para formular después hipótesis explicativas, recolectar más evidencia y verificar cuál de nuestras hipótesis se ajusta mejor a la evidencia disponible. Algo que no es esencialmente distinto de la “lógica bayesiana”, es decir, de ir modificando nuestras valoraciones subjetivas iniciales a medida que vamos recibiendo evidencias más o menos consistentes con ellas.
En las décadas de 1960 y 1970 hubo varios intentos de utilizar directamente el teorema de Bayes para fines de análisis de inteligencia. Algunos de ellos han sido documentados en las publicaciones del Centro para el Estudio de la Inteligencia de la CIA[3]. Los resultados, sin embargo, no llegaron a ser plenamente convincentes. Y una de las razones principales fue que el mundo real resultó ser demasiado complejo para los modelos elementales que deben considerarse al utilizar “Bayes ingenuo”. Y es que estos modelos presuponen la invariabilidad de la situación inicial (oculta a nuestros ojos), así como la independencia absoluto de los sucesos que vamos considerando. Este problema puede resolverse mediante el uso de “redes bayesianas”[4] y los resultados son matemáticamente correctos, aunque aquí el principal problema radica en conseguir modelar correctamente la realidad. Es el enfoque que fue seleccionado para el programa Apollo[5] y otros similares.
A pesar de todo, y con las debidas precauciones, el uso de “Bayes ingenuo” puede ayudarnos en algunos casos a valorar la evidencia de que disponemos. Para que ello sea así, tendríamos que prestar atención a neutralizar las principales debilidades del método. A saber:
a) Deberíamos utilizar únicamente evidencia relativamente “reciente” (algo que, medido en tiempo, puede tener distintos significados dependiendo de los casos). El problema es que Bayes nos da información sobre una situación preexistente y oculta (por ejemplo, la decisión que puede haber adoptado un determinado líder político) fijando nuestra atención en sus manifestaciones visibles. Si la evolución de la situación es bastante lenta (por ejemplo, la soviética durante el brezhnevismo medio y tardío), podemos asumir que no cambia sustancialmente durante años, por lo que el momento de obtención es escasamente relevante para la valoración de la evidencia. En situaciones más dinámicas, como suelen ser la actuales, las posiciones de los líderes se están modificando continuamente como consecuencia de los cambios que se producen en el entorno. Evidencia relativamente antigua puede referirse a una “situación oculta” que ya no es actual. Por ello, deberíamos utilizar solo evidencia bastante nueva y, si la crisis continúa, prescindir de la más antigua en beneficio de otra más reciente.
b) En la medida de lo posible, el conjunto de las hipótesis debería cubrir la totalidad de las posibilidades existentes, y no debería existir ningún solape entre las diferentes hipótesis. En la práctica, este objetivo es casi imposible de alcanzar, aunque cuanto más nos acerquemos a él, más fiables serán los resultados que obtengamos al aplicar “Bayes ingenuo”.
c) Las evidencias (“Sucesos”) deberían ser de un “peso similar” y no estar relacionadas entre sí[6].
En la práctica
Hemos elaborado una hoja de Excel[7], con la esperanza de que pueda ayudar con los cálculos matemáticos que esta técnica requiere. Para rellenarla, seguiremos los siguiente pasos, sugeridos por Jessica McLaughlin[8]:
1) Creamos un conjunto de hipótesis mutuamente excluyentes y colectivamente exhaustivas relativas al fenómeno incierto que queremos investigar. Como ya hemos explicado, es, quizá, uno de los pasos más difíciles. En general, resulta complicado imaginar hipótesis que sean por completo mutuamente excluyentes (sin ningún solape entre ellas). Y no lo es menos conseguir que el conjunto de ellas agote todas las posibilidades.
2) Asignamos probabilidades previas (pr.previa, en nuestra hoja de cálculo) a cada una de las hipótesis. La probabilidad previa es nuestra estimación intuitiva de la probabilidad relativa de cada una de las hipótesis. Dado que son mutuamente excluyentes y que cubren todas las posibilidades, la suma de las probabilidades previas debe ser 1. En nuestra tabla, expresamos las probabilidades en tantos por ciento.
3) Ahora debemos ir incorporando los “Sucesos” que nos servirán para valorar las hipótesis. El método reajusta las probabilidades de las hipótesis después de cada suceso, por lo que estos pueden añadirse secuencialmente, según se van produciendo o según tenemos noticia de ellos. Una buena elección de sucesos es muy importante para que el método produzca resultados aceptables. Los sucesos deben tener valor diagnóstico (es decir, deben ser más o menos probables según cuál de las hipótesis es la correcta) y, en lo posible, de un “peso” (importancia) similar.
4) Según incorporamos “Sucesos” a la tabla, les asignamos “verosimilitudes” (“verosim.”, en nuestra hoja de cálculo), relativas a cada una de las hipótesis. Se trata para cada caso de la probabilidad estimada por el analista de que el suceso ocurra, suponiendo que la hipótesis que estamos considerando sea correcta. En la tabla, esta probabilidad la expresamos por un entero entre 0 y 100, siendo 0 la imposibilidad total, y 100 la seguridad completa (de que el suceso se producirá suponiendo que la hipótesis se verifica). Obviamente, la suma de todas las verosimilitudes no tiene por que ser la unidad (100% o, según la notación que utilizamos en nuestra tabla, 100).
La propia tabla recalculará las probabilidades de las hipótesis una vez que hayamos computado cada “Suceso”. En nuestra tabla, podemos encontrar estas probabilidades recalculadas en la columna G (“probab.”).
5) Reiteraremos el proceso según añadimos nuevos sucesos. En nuestra tabla, cada nuevo suceso está representado 10 filas más abajo del anterior. Si agotamos los predefinidos en la tabla, podemos añadir más copiando el último “bloque” diez filas más abajo.
Un ejemplo: crisis de Crimea, marzo de 2020
El proceso puede verse mucho más claro con la ayuda de un ejemplo. Utilizaremos el de la crisis de Crimea de 2014, en particular las dos semanas que siguieron a la caída del Presidente ucraniano Yanukovich, el 21 de febrero. Hemos rellenado la hoja Excel con una serie de “Sucesos” y el resultado puede encontrarse en la hoja prueba_crimea.xlsx[9]. Se trata, evidentemente, de un supuesto didáctico en el que la elección su “Sucesos” y la determinación de las verosimilitudes están condicionados por el interés en ilustrar algunos de los posibles resultados.
Como vemos, la técnica nos permite calcular en todo momento las probabilidades de las diversas hipótesis, y mantener este cálculo actualizado según vamos recibiendo nueva información. Algunas observaciones interesantes:
- a) A fecha 6 de marzo de 2014, consideraríamos casi seguro (probabilidad del 90%) que la intención rusa sea anexionar la península de Crimea.
- b) Sin embargo, unos días antes (según la tabla) no estaría tan claro. El 1 de marzo la hipótesis de la anexión era ya la más probable (55%), pero aún calculábamos una probabilidad notable (39%) de que los rusos estuvieran intentando crear una república virtualmente independiente sin poner en cuestión (formalmente) las fronteras reconocidas (modelo “Transnistria”).
- c) Tan solo unos días antes, hacia el 25-26 de febrero, la hipótesis más probable era aún que los rusos estuvieran intentando impedir que el nuevo gobierno de Kiev tomara el control efectivo de Crimea (probabilidad del 63-68%).
Con la tabla, podemos fácilmente excluir como sospechoso de desinformación un suceso que hemos aceptado previamente, modificar la verosimilitud de sucesos pasados a la luz de nueva evidencia, o cambiar las probabilidades previas de las que hemos partido. En todos estos casos, la tabla nos recalcula automáticamente todas las probabilidades.
Bayes ingenuo y Análisis de Hipótesis Alternativas (ACH)
En el fondo, la técnica de Bayes ingenuo no es muy diferente del Análisis de Hipótesis Alternativas (ACH) de Heuers. La lógica subyacente es la misma (conocer una realidad oculta gracias al estudio de sus manifestaciones visibles) y la diferencia principal radica en la forma de atacar el problema: mientras Bayes ingenuo calcula las probabilidades relativas, ACH intenta descartar hipótesis por ser inconsistentes con la evidencia.
Para ilustrar mejor las diferencias entre estas dos técnicas, hemos elaborado una matriz (prueba ach_crimea.xlsx[10]) con los sucesos y las hipótesis del ejemplo sobre Crimea. Como sabemos, las diversas variantes de ACH se diferencian entre sí por la manera de contabilizar los resultados. En nuestro caso, marcaremos CC y contaremos 2 puntos cuando el suceso sea altamente consistente con la hipótesis, C (1 punto) cuando sea consistente, I (-1) cuando sea inconsistente y X (rechazo de la hipótesis) cuando sea incompatible. Con estas reglas, hemos llegado a los resultados que a continuación se indican:
a) La hipótesis de la Anexión parece la más probable, aunque seguimos atribuyendo una probabilidad considerable a la hipótesis del Caos. Las dos primeras hipótesis (Evitar el control de Kiev sobre la península y el modelo Transnistria) podrían ser descartadas.
b) Si elimináramos la última fila, es decir, si no tomáramos en consideración el suceso del 6 de marzo, las cuatro hipótesis seguirían siendo verosímiles, con dos de ellas (Anexión y Transnistria) vistas como claramente más probables.
Vemos, pues, que partiendo de una lógica similar, las dos técnicas nos conducen a resultados ligeramente distintos. Y en el proceso podemos apreciar algunos de los inconvenientes que cada una de ellas tiene:
a) En ACH el principal problema es que no siempre resulta fácil encontrar sucesos que desmientan alguna de las hipótesis (“coartadas”) por ser completamente incompatibles con ella. Y, en ocasiones, sucesos muy interesantes pueden ser sospechosos de desinformación.
b) En ausencia de “coartadas”, la puntuación en ACH depende mucho de la metodología de cálculo que se siga. La que hemos elegido es, quizá, excesivamente simple. Otras más complejas pueden resultar difíciles de aplicar (aunque hay programas informáticos que pueden servir de ayuda) y resultar en cierta medida arbitrarias.
c) El problema con Bayes ingenuo es que para muchos analistas no resulta intuitivo. El uso de la hoja Excel ayuda mucho a realizar los cálculos, pero puede oscurecer la lógica que hay detrás de ellos.
A modo de conclusión
a) El Teorema de Bayes no sirve para predecir el futuro, sino que nos ayuda a conocer una realidad pasada o presente que permanece oculta a nuestros ojos. Es obvio que si el Presidente del país X ha decidido invadir el país vecino Y, acabará haciéndolo, de no mediar alguna circunstancia que le haga cambiar de opinión. Pero lo que averiguamos no es el hecho futuro (que invadirá), sino el pasado (que ha tomado la decisión de hacerlo).
b) Bayes ingenuo (como también ACH) es más efectivo cuando se usa para estudiar una situación estable, cuando la evidencia se puede recolectar durante un período de tiempo suficientemente largo sin que la “incógnita” que intentamos resolver cambie apreciablemente. Porque cuando la “incógnita” cambia con relativa rapidez, como suele ser el caso durante las crisis actuales, diferentes observaciones realizadas en momentos distintos pueden ser producto de una “realidad oculta” que se ha modificado, que ya no es la misma. Por eso, si queremos que Bayes ingenuo funcione razonablemente bien con situaciones dinámicas, la recogida de datos debe realizarse en plazos de tiempo relativamente cortos. O debemos descartar los “sucesos” más antiguos, que pueden responder a una “realidad oculta” que ya no es real.
c) Más importante que las dos técnicas que hemos examinado en este post es la “lógica bayesiana” que subyace a ambas. En inteligencia (sobre todo, en inteligencia estratégica) es raro conseguir evidencias directas sobre la realidad que nos interesa. Esa realidad siempre permanece oculta a nuestros ojos y lo que podemos averiguar sobre ella es gracias a sus manifestaciones visibles.
d) Quien quiera ocultar una información valiosa no solo intentará protegerla de intentos directos de acceder a ella, sino que tendrá también en cuenta esas manifestaciones visibles, tan difíciles de ocultar. Y lo hará utilizando desinformación. Este es el principal problema para utilizar Bayes ingenuo (o ACH): distinguir la información correcta de la inexacta y de la desinformacón.
Y es que no resulta nada fácil ser un analista inteligente.
[1] SOMIEDO, J.P. (2018). El análisis bayesiano como piedra angular de la inteligencia de alertas estratégicas. Revista de Estudios en Seguridad Internacional, 4, 1: 161-176. DOI: http://dx.doi.org/10.18847/1.7.10. Para una lista de las interesantes aportaciones de Somiedo al estudio de la metodología del análisis de inteligencia, ver https://dialnet.unirioja.es/servlet/autor?codigo=3971893.
[2] Para una explicación rápida del teorema de Bayes, véase https://es.wikipedia.org/wiki/Teorema_de_Bayes.
[3] Puede verse, por ejemplo, FISK, C.F. (1967). The Sino-Soviet Border Dispute: A Comparison of the Conventional and Bayesian Methods for Intelligence Warning. CIA Center for the Study of Intelligence. https://www.cia.gov/library/center-for-the-study-of-intelligence/kent-csi/vol16no2/html/v16i2a04p_0001.htm (acceso: 08.062020).
[4] Los no familiarizados con las redes bayesianas pueden encontrar una introducción elemental de este concepto en https://es.wikipedia.org/wiki/Red_bayesiana.
[5] Ver STICHA, P., BUEDE, D. & REES, R.L. (2005). APOLLO: An analytical tool for predicting a subject’s decision making. En Proceedings of the 2005 International Conference on Intelligence Analysis. https://cse.sc.edu/~mgv/BNSeminar/ApolloIA05.pdf (acceso: 08.06.2020).
[6] Los que conozcan el histórico concurso de televisión Un, dos, tres, responda otra vez recordarán que una táctica muy eficaz para responder consistía en repetir un “objeto”, alterando alguna de sus características. Por ejemplo, si pedían “muebles que puedan estar en un comedor”, ir diciendo sucesivamente “silla blanca”, “silla negra”, “silla roja”, etc. Esta táctica aplicada a la técnica de “Bayes ingenuo” nos acabaría conduciendo inexorablemente a una hipótesis predeterminada. Claro que sería como hacernos trampas al solitario…
[7] El nombre de la hoja es bayes_excel.xlsx, y puede encontrarse en https://bit.ly/2An58uc.
[8] MCLAUGHLIN, J., & PATÉ-CORNELL, M.E. (2005). A Bayesian approach to Iraq’s nuclear program intelligence analysis: a hypothetical illustration. En 2005 International Conference on Intelligence Analysis. https://analysis.mitre.org/proceedings/Final_Papers_Files/85_Camera_Ready_Paper.pdf (acceso: 27.10.2018). También, MCLAUGHLIN, J. (2005). A Bayesian Updating Model for Intelligence Analysis:A Case Study of Iraq’s Nuclear Weapons Program. Honors Program in International Security Studies Center for International Security and Cooperation Stanford University.
[9] Puede accederse a ella en la siguiente dirección: https://bit.ly/30veoY3.
[10] Puede encontrarse en https://bit.ly/3dUsENL.
Realidad. Propaganda. No nos fiamos de nadie ni de nada.
Alfredo Rodríguez y Luis María García
| 7 de junio de 2020 |
Bien podemos afirmar que un buen “Análisis de Inteligencia” requiere separar todo aquello que tiñe o manipula la realidad objetiva o los hechos. Sí, nos damos cuenta que es complejo desnudar todo lo necesario hasta dar con: esa realidad, esos hechos, esa mirada objetiva a lo que “es”.
Por poner un sencillo ejemplo de esta dificultad, pensemos por un momento que se le pide a un “Analista de Inteligencia” que realice un informe sobre la situación y el impacto que el “virus chino”, o ¿se debe decir el Covid-19? en España. Ya empezamos con la primera dificultad de las palabras, denominaciones, “etiquetas” a utilizar en nuestro lenguaje.
En principio en un País “moderno” como es España, no debiera ser muy difícil poder responder a preguntas sencillas del tipo: ¿número de muertos? y otras similares cuestiones cuantitativas, y por lo tanto objetivas y no opinables.
Todos sabemos el enjambre en el que metemos al analista que le pidamos este informe, ¿no?
Y la breve reflexión que hacemos aquí, en estas líneas, es precisamente esta. ¿Por qué es tan complicado, complejo, sensible y delicado pedir un informe sobre una realidad?
Hay varias cuestiones que dificultan la aproximación objetiva a la realidad. Algunas están dentro de nosotros, por ejemplo: nuestra ideología, nuestros “mapas” de la realidad, los marcos mentales que utilicemos para gestionar nuestra vida, nuestro estado de ánimo y circunstancias personales, la formación y entrenamiento que hayamos recibido, lo que hayamos leído y nuestro nivel cultural, la motivación y nivel de profesionalidad. Otras nacen de la anatomía y forma de funcionar de nuestro cerebro: dominancia, tipo de cerebro (Ned Herrmann). Otros efectos se derivan del entorno profesional, así mencionamos algunos de ellos: la empresa u organización para la que trabajamos, la personalidad y jerarquía de la persona que nos ha pedido el informe, “que se espera” que diga ese informe (a favor, en contra de algo o alguien).
Pero no menor problema es el esfuerzo de las partes por identificar su interpretación de la realidad con la información sobre esa realidad. Es decir, tratan de equiparar la realidad objetiva con la forma que cada parte ve esa realidad objetiva. Y esto es clave, pues estas interpretaciones se pueden tomar por informaciones, que se usan como fuentes primarias por el analista para dibujar la realidad, y de ella, sacar conclusiones. De aquí el título de: “Realidad y Propaganda”.
En el famoso libro “Nudge” de Thaler y Sunstein se habla de “paternalismo libertario”. Es decir, se trata de dar la información necesaria, y organizarla de tal forma y tiempo, que tú libremente decidas lo que se ha previsto que debes decidir. De esta forma, la persona tiene la certeza de que se ha evaluado objetivamente una realidad, y en consecuencia se han tomado las mejores decisiones al respecto. Y así todo el mundo feliz.
Pues bien, a esto se le puede llamar también “arquitectura de la decisión”, o “ingeniería social”. Se dan datos, de fuentes de prestigio, en los momentos y formas adecuadas, para que las decisiones vayan en el sentido que “deben de ir”. Bien podemos llamar a esto “Propaganda”. Al final esta tiene como objetivo que tomes una decisión concreta, o que pienses sobre algo … lo que debes pensar.
La forma de hacer “Propaganda” ya la explicó hace años Vance Packard (1959) en su libro “Las formas ocultas de Propaganda” (The hidden persuaders). Se trata de entender la “información” como un “producto” más, utilizando para ello todo tipo de técnicas como, por ejemplo: deseos psicológicos, utilizando y “mercadeando” con el descontento (mercaderes del descontento), lanzando anzuelos subconscientes y “gatillos” de acción, utilizando símbolos, construyendo imágenes, utilizando la culpa – ansiedad – soledad – hostilidad – miedo y sus correspondientes “absoluciones” si has sido “bueno” y haces o piensas lo que debes, en política con la figura del padre (“bueno”) que protege y da confianza ante lo “malo”, etc. Todo esto es “Propaganda”, que no debe confundirse con “Realidad”.
Otra forma de “Propaganda” peligrosa para el analista es precisamente la que no aparenta ser propaganda, la que emana de fuentes generalmente “fiables”. En nuestra opinión, no hay fuentes “fiables”, todas tienen un origen y un objetivo. Incluimos aquí periódicos, radios, TV´s, medios de comunicación en general, redes sociales, medios y fuentes gubernamentales, e institutos de investigación y prospectiva. Es cierto que, los hay más fiables y menos fiables. Todos estos medios tienen un “amo”, un cliente que paga y al que obedecer y defender. En todo caso, siempre será necesario aquilatar o evaluar la fuente, por medio de varios controles: saber quién es el amo, la fuente de la fuente de la información, si es una investigación será necesario conocer a fondo su ficha técnica. Todos estos medios son en muchas ocasiones “Propaganda” y tal vez solo en algunas ocasiones información real y objetiva.
Otra forma de despistar al analista es la bien conocida “infoxicación”. Se trata de dar mucha información, en muchos momentos, de diferente relevancia, comparando zonas – periodos y cosas distintas, con diferentes métricas y criterios diferentes, datos políticamente correctos (ocultando los políticamente incorrectos), de tal forma que se tenga una gran sensación de tener muchos y buenos datos, cuando en realidad se está sumido en la confusión total. No obstante, como se nos pide un dato para el informe, pues ¡damos un dato! ¿no? Además, en este caso se juega con el llamado “efecto disponibilidad”, es decir, ante el caos, y el esfuerzo que puede suponer bucear a fondo en este marasmo informativo, se prefiere dar e incluir en el informe el dato disponible. Y también con el “efecto relevancia” relacionado con el anterior, así pues si los datos recogen por ejemplo, “el gasto sanitario medio por provincia”, pues entonces, el razonamiento que se deriva es que si se da este dato, será debido a que es relevante, y el analista lo utiliza en consecuencia para su trabajo, sin darse cuenta que ha sido dirigido de una forma “paternalista libertaria”.
Para ilustrar sobre muchas de las ideas que nos han metido en la cabeza (propaganda) los “medios interesados”y supuestamente fuentes “serias”, sobre temas tan relevantes como el cambio climático y la pobreza, y como sustento de lo que en estas lineas hemos reflexionado, recomendamos dos lecturas de Nobel de Economía: “El casino del clima” de Willian Nordhaus. “Repensar la pobreza” de Banerjee y Duflo.
Hay muchos más sesgos, efectos, ataques premeditados, fuentes de aguas claras intoxicadas, y más, que afectan al descubrimiento de los “hechos reales”. Lo dejamos aquí, pues entendemos que a estas alturas el analista puede estar pidiendo ayuda sobrenatural, pero esto es lo que hace su trabajo realmente apasionante.
No nos fiamos de nadie ni de nada. ¡Cuidado con la Propaganda!
Alfredo Rodríguez Fuertes y Luis María García Bobadilla.
La importancia de los analistas en las empresas.
En este blog participan expertos que han abordado, desde su conocimiento y experiencia, el papel de la Inteligencia desde distintas ópticas y en sus múltiples aplicaciones. Con esta entrada pretendo poner en valor una dimensión de su puesta en práctica que es su aplicación en las empresas.
La especialidad de analista de información está cobrando cada vez más importancia porque pone de manifiesto que, utilizando las técnicas adecuadas, proporciona una capacidad para procesar la abundante información disponible hoy en día sobre cualquier ámbito, facilita la integración de las incertidumbres de cada momento y lleva a cabo una labor de prospección que permite a las organizaciones adelantarse a los acontecimientos.
Saber obtener toda la información disponible en cada caso y analizarla convenientemente proporciona el producto final que conocemos como “Inteligencia”, que sirve para facilitar la toma de decisiones al nivel de un Estado, pero también en organizaciones privadas que siempre, pero especialmente en momentos de crisis, necesitan poder analizar de forma adecuada la situación y anticiparse a los escenarios de futuro que tengan que afrontar.
Una fuente muy importante de experiencia en el campo del análisis han sido tradicionalmente los Servicios de Inteligencia, por estar una parte de su trabajo basado precisamente en la obtención y el análisis de la información para cumplir una de sus misiones principales, que es prevenir los riesgos para el Estado. La relación de los Servicios con las empresas a lo largo de los años ha puesto de manifiesto que sus actividades pueden ser complementarias, hasta tal punto que algunas empresas han ido incorporando en sus organigramas equipos de Inteligencia que integran analistas.
Si utilizamos como ejemplo la crisis del coronavirus, desde su inicio se ha especulado mucho sobre la posibilidad de que los países la hubieran previsto y hubieran actuado en consecuencia para evitar su expansión, pero la realidad es que eso no ha ocurrido. Había estudios realizados por instituciones de gran prestigio que advirtieron sobre el peligro de una pandemia de este tipo; es decir, para un analista especializado en este ámbito la crisis actual no se trata de un suceso imprevisto. La relación entre el análisis y la alerta temprana es evidente; un buen análisis tiene que proporcionar una alerta temprana cuando esa sea una de sus conclusiones.
Hace poco tiempo escribía en este mismo blog el profesor Jose Miguel Palacios una interesante aportación sobre la relación entre la Inteligencia y la toma de decisiones. En ella hacía referencia a las previsiones correctas y a las que con el paso del tiempo se demuestra que no lo son, a la necesidad de que el análisis llegue a los decisores en el momento oportuno y al coste que tienen las decisiones adoptadas de forma preventiva (cuando se acierta y sobre todo cuando las previsiones no se cumplen).
El trabajo de un analista no es sencillo y al final el poder de decisión corresponde a otros. A pesar de ello, las cualidades de un buen analista para obtener la información y analizarla, integrando todos los factores que puedan intervenir, junto con su capacidad para prevenir riesgos de todo tipo y para adelantar los escenarios de futuro son de gran utilidad para las organizaciones privadas y las empresas.
En este caso, el trabajo del analista es un modelo de gestión de la información que puede hacer del conocimiento una ventaja competitiva, dando respuesta a la incertidumbre que generan los riesgos y amenazas que nos rodean. Las empresas siempre están necesitadas de buenos análisis para cada ámbito y situación que les sean útiles para la toma de decisiones.
Tener analistas, poseer profesionales de la Inteligencia aplicada en las empresas, adaptados a su tamaño y sus necesidades, se convierte en un valor determinante por diferenciador. Contar con buenos analistas aporta un valor añadido al decisor siempre y especialmente en momentos de crisis.
Juan José García.
Intcompetitiva.jjgarcia@gmail.com.

