Según la Inteligencia Artificial, my own humble person es un destacado erudito en los estudios de inteligencia, particularmente en lo que respecta a la inteligencia europea. Mi trabajo habría tendido un puente entre la teoría académica y la aplicación práctica, informado por mi extensa carrera dentro de las estructuras de inteligencia españolas y de la UE.
Siempre según la IA, mis contribuciones son multifacéticas, abarcando los fundamentos conceptuales de la inteligencia (distinguiéndola del espionaje), las complejidades de la cooperación de inteligencia europea (destacando tanto las estructuras formales como las redes informales vitales), el papel crítico del análisis y la formación en inteligencia, y la compleja relación entre la inteligencia y la toma de decisiones políticas. Se supone, pues, que he examinado críticamente casos de «fallo de advertencia» en el contexto de la UE, ofreciendo valiosos conocimientos sobre los factores sistémicos y de procedimiento que dificultan una respuesta política eficaz a las advertencias de inteligencia. Además, el programa nos recuerda que he abordado activamente los desafíos contemporáneos a los que se enfrenta la inteligencia, como el impacto de la inteligencia artificial y la necesidad de que la inteligencia se adapte y redefina su valor en una «era post-todo» cada vez más compleja y saturada de información.
Direcciones Futuras y Significado de su Trabajo
La investigación en curso de Palacios[1], particularmente sobre la educación en inteligencia y las implicaciones de la IA, sugiere un enfoque continuo en la adaptación y la relevancia futura de la inteligencia en un panorama global en rápida evolución. Su énfasis en la cooperación, tanto regional como multilateral, apunta a la creciente necesidad de inteligencia compartida para abordar amenazas transnacionales que ninguna nación puede afrontar sola. La importancia de su trabajo radica en su voz autorizada, que se nutre tanto de una profunda experiencia práctica como de una rigurosa investigación académica, proporcionando conocimientos cruciales para los responsables políticos, los profesionales y los académicos que navegan por las complejidades de la inteligencia en el siglo XXI. Su trabajo sirve como un recurso vital para comprender los desafíos y oportunidades únicos de la inteligencia dentro del contexto europeo y más allá.
Completando el trabajo de la Inteligencia Artificial: la nueva inteligencia
Soy bastante menos optimista que la Inteligencia Artificial sobre las posibles direcciones de mi futuro trabajo sobre temas de inteligencia. Sobre todo, porque creo que están agotadas las vías que nuestra generación ha explorado con entusiasmo desde el final de la Guerra Fría. El gran reto de “nuestro paradigma” de inteligencia era prestar un buen servicio a los políticos que toman las principales decisiones, las de nivel estratégico. Ayudarles a que sus decisiones estuvieran mejor fundadas, a que se equivocaran menos en las cuestiones realmente importantes. La experiencia, sin embargo, nos muestra que, en general, la influencia de la inteligencia en la toma de decisiones estratégicas es muy limitada, casi nula[2]. Los jefes de estado y de gobierno buscan apoyo (en la dura competencia política de nuestros días, también cariño) y lo obtienen de los suyos. Buscan también argumentos para convencer a las opiniones públicas, y pueden buscarlos en la inteligencia, pero esta función (apoyo a la “comunicación estratégica” o, si ustedes prefieren, propaganda) no era la que el “nuevo paradigma” preveía.
Nos guste o no, los dirigentes políticos de hoy en día no piden a la inteligencia que les ayude a comprender las intenciones de sus adversarios[3]. Son los líderes políticos y sus equipos los que las valoran. Cuando el presidente francés Macron declara que Vladimir Putin es «un depredador, un ogro a nuestras puertas» que «necesita seguir comiendo» para «su propia supervivencia», y que Rusia continuará siendo «una potencia desestabilizadora», probablemente transmite su propia percepción de la realidad (o, quizá, la percepción de la realidad que desea que tengan sus ciudadanos), más que las conclusiones de sus servicios de inteligencia. Y si es esto lo que le están transmitiendo sus servicios, quizá sea porque han detectado que esa es la única “verdad” que su cliente prioritario está dispuesto a admitir.
Así pues, a causa de las preferencias de los clientes, la inteligencia futura será una “inteligencia de lo concreto”, especializada en la búsqueda rápida de datos que puedan ser utilizados de inmediato en apoyo de acciones militares, policiales y, algunas veces, políticas[4]. Será una inteligencia altamente tecnificada y cara, en la que la superioridad tecnológica resultará clave. Y será también, en gran medida, una inteligencia basada en el uso de la Inteligencia Artificial, en cuyas manos quedará la mayor parte de las tareas de procesamiento de información.
Naturalmente, habrá quien no pueda permitirse este tipo de inteligencia. Por demasiado cara o demasiado sofisticada. Algunos de estos “desheredados de la nueva inteligencia” aceptarán con naturalidad su posición subordinada, pero habrá otros que se rebelarán contra ella, que aguzarán el ingenio y desarrollarán, quizá, enfoques alternativos “low cost”. Ya lo iremos viendo.
Ha sido un place compartir a lo largo de los años estas reflexiones. Mucha suerte a todos y ya iremos viendo lo que nos depara el futuro.
[1] Volvemos a la tercera persona. Una vez más, es la Inteligencia Artificial la que habla.
[2] Stephen Marrin ha explicado muy bien por qué. Ver Marrin, S. (2017). Why strategic intelligence analysis has limited influence on American foreign policy. Intelligence and National Security, 32(6), 725-742.
[3] Una misión que «gurús» de la inteligencia de ayer, como Tom Fingar, consideraban central: «Providing insight on trends, the political calculus of particular foreign leaders, or the way problems are perceived by people outside the United States is often more helpful to decision makers than is the presentation of additional ‘facts’ or speculation about ‘worst case’ possibilities». Fingar, T. (2011). Reducing uncertainty: Intelligence analysis and national security. Stanford, CA: Stanford University Press. P. 5.
[4] Un artículo reciente sobre la “nueva inteligencia”. Borja, M. (2025, 7 de octubre). Beyond Decision Superiority: The Role of Intelligence in Innovation & Adaptation. War oh the Rocks. https://warontherocks.com/2025/10/beyond-decision-superiority-the-role-of-intelligence-in-innovation-adaptation/.